
Una sola acción para lograr el mayor impacto.
Es lo que quiero extraer de esta historia que para muchos es conocida: David y Goliat.
🏆 ¿Qué ganarás leyendo este post?
Aprenderás: Cómo cambiar de mentalidad para organizarte mejor, cómo puedes priorizar y a planificar usando bloques para tener un mejor impacto con pequeñas acciones.
Organizar el tiempo que tenemos no es buscar hacer muchas tareas y mientras más mejor, más bien va por una dirección contraria.
Pocas acciones pueden lograr grandes resultados, como lo que hizo David quien con una sola acción cumplió su objetivo.
Esto implica encontrar cuáles son las acciones que lograrán el mayor impacto.
Uno de los planteamientos del libro “Sólo una cosa”, de Gary Keller y Jay Papasan, es que centrándonos en un objetivo a la vez se puede duplicar esfuerzos.
Por lo que debemos aprender a concentrarnos en actividades que realmente importan.
Cuando no sabemos identificar las tareas que son más importantes para lograr impacto sobre los resultados, sucede que terminamos llenándonos de muchas tareas, algunas de ellas inútiles e ineficaces, que sólo ocupan el tiempo sin realmente aprovecharlo.
Entonces ¿Cómo organizar el tiempo?
Creo que los siguientes puntos pueden ser una base para lograrlo.
Todo inicia con un cambio de mentalidad

Trabajemos en nuestra mentalidad, con ayuda de Greg McKeown quien en su libro “Esencialismo” enseña que debemos reemplazar algunos pensamientos que suelen ser suposiciones, por otros que más bien nos conducen a actuar sobre lo esencial.
Fíjate cómo.
Cuando pensamos “tengo que hacerlo” debemos reemplazarlo por “yo elijo hacer”.
Cuando pensamos que “todas estas cosas son importantes” debemos reemplazarlo por “solo algunas cosas realmente importan”.
Cuando pensamos “puedo hacer ambas cosas” debemos reemplazarlo por “puedo hacer cualquier cosa, pero no puedo hacer todo”.
Greg sostiene que en en la primera idea “yo elijo hacer” aprendemos a reconocer que tenemos opciones y a no estar a merced de las decisiones de otros.
En la segunda, entendemos que no lograremos nuestro máximo rendimiento haciendo de todo, más bien debemos evaluar las opciones que tenemos.
Y la tercera, nos ayuda a potenciar nuestra capacidad de elección, pues iremos creciendo en el hábito de elegir aquella opción que nos lleve a crecer.
Mira toda tu semana
Aquí echaré mano del libro “Make Time” de Jake Knapp y John Zeratsky.
La idea es elegir sólo ciertas actividades como las prioritarias de la semana.
Pero ¿Cómo identificarlas?
El libro en mención nos regala tres preguntas que nos pueden ayudar a identificarlas, debo decir que las he adaptado a la semana, y no a un día, como plantean los autores.
Por urgencia:
¿Qué es lo más importante que debo hacer en esta semana?
Por satisfacción:
Al final de la semana ¿Qué opciones me harán sentir más satisfecho?
Por alegría:
Cuando pienses en esta semana ¿Qué te hará más feliz?
Planifica el día siguiente, sepáralo en bloques.
Bien, ahora veamos cómo será cada día.
Lo escribo por experiencia, nos volvemos más productivos cuando tenemos el día ordenado, no milimétricamente, pero sí que sepas lo que tienes que hacer.
Así, le indicas a tu mente en qué debe concentrarse y estás evitando hacer de todo o pensar en muchas cosas que finalmente terminan distrayéndote de los objetivos que te has trazado.
Organízate utilizando bloques. Por ejemplo: De 9 a 11:00 am. me dedicaré a la actividad “x” y la De 11:30 a 1:00 pm a la actividad “y”.
A esta altura del post, te debe estar quedando claro que a las actividades que has priorizado le debes dedicar el tiempo necesario para lograr el resultado que esperas.
Elige una herramienta.

Por ejemplo, Google Calendar es muy buena para presentarte las actividades que realizarás organizado en bloques de tiempo y además por colores. ¿La has probado?
También lo puedes hacer de modo impreso, con una agenda o un calendario, y por otro lado puedes usar cualquier aplicativo.
La idea es que puedas verlo con facilidad constantemente. Si el acceso a la herramienta demora mucho, no tiene sentido, llegará un momento en el que dejarás de usarla.
Por ejemplo si tu aplicativo está escondido en medio de muchos. O si la agenda la dejas cada día en diversos lugares y luego dedicas mucho tiempo a buscarla, entonces no sirve.
Espero que estas ideas puedan ayudarte a crecer en tu organización personal.
¡Hasta la próxima!